sábado, 8 de noviembre de 2008

El Vidrio en Egipto




Recipiente de vidrio policromo en forma de pez procedente de Amarna. Estos recipientes se solían usar para cosméticos. Dinastía XVIII, reinado de Akhenaton. Longitud 145mm . Museo Británico.
("Pinchar")

(Esta "Hoja Suelta" la envié para su circulación entre los compañeros del Foro del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto (IEAE), en el que sólo ocasionalmente participo, a principios de año, por las razones que expongo en su introducción)
Ante todo, Feliz Año.
Hace unos días, me pareció leer el correo de una estudiante que requería información sobre la existencia y evolución del vidrio en el Antiguo Egipto. A la vuelta de un par de viajes que he realizado, he localizado dicho mensaje, de fecha 26/12/07, y pienso que, quizás, pueda aportar algo sobre tan especializado tema. Con permiso, claro está, de los “mayores de edad, saber y gobierno” de esta respetable disciplina.


Existe en Inglaterra una interesante librería cibernética que cubre casi todas las ramas del saber y que en su sección titulada "Egyptology" ofrece unos veinte libros de formato pequeño, lectura densa y buena ilustración - la mayoría en blanco y negro - cada uno dedicado a temas monográficos. Sus autores son especialistas con una amplia experiencia en Arqueología egipcia. Los temas van desde Medicina a Juegos y Deportes, pasando por Momias, Shabtis, Templos Cavados en Roca, Alimentación y Bebida, etc.

Yo los tengo leido todos y puedo asegurar que, en su mayoría, son muy buenos y altamente didácticos. Los precios varían entre 4.99, 5.99 y 6.99 libras esterlinas. Formato: 21 x 15; 80 páginas aproximadamente.

El número 18, “Egyptian Faience and Glass” le puede aportar lo que necesita ya que Amarna está bien cubierta. Su autor, Paul Nicholson, hizo Arqueología y Prehistoria en la Universidad de Sheffield donde obtuvo su BA en 1981 y, en 1987, el prestigioso Ph D.

Empezó su andadura egiptológica en 1983 en la expedición de la Egypt Exploration Society en Amarna y en el posterior Memphis Proyect en 1987.

La primera parte está dedicada al “Faience” (Fayenza) y la segunda al “Glass” (Vidrio) y se inicia con una referencia a Plinio El Viejo y su teoría – carente de soporte histórico - sobre su descubrimiento a orillas del antiguo río Belus, en Fenicia, hoy Na’ aman en Israel.

Después de un recorrido por sus componentes se centra en la tecnología y en el proceso de fabricación que divide en dos fases: la primera que denomina “fritting”, consistía en calentar los componentes a entre 700 y 850°C – el límite de los hornos era de 1000°C – hasta conseguir una masa con la textura del azúcar derretido; la segunda en la adición de un álcali, en proporciones superiores a las utilizadas hoy, para reducir las temperaturas máximas requeridas. En los hornos modernos la temperatura es de 1550° C para que el vidrio fluya.

Le sigue un amplio capítulo sobre el primer vidrio en Egipto, comentando que si bien tanto el vidrio como la fayenza tienen un uso temprano, el primero aparece - como material de propio derecho - relativamente tarde y las más recientes y fidedignas dataciones lo sitúan en el Imperio Nuevo, mientras que los más recientes hallazgos, incluido Amarna, sugieren que la fabricación de vidrio y fayenza coexistieron, como substituto de las piedras semipreciosas, junto a otros productos de artesanía.

No se ignora la noción de importación de vidrio en Egipto como lo demuestran los lingotes de vidrio azul encontrados entre los restos del naufragio de Ulu Burun frente a la cosa turca, datados aproximadamente durante el reinado de Amehotep III, cuyo análisis coincide con los vidrios micénicos y egipcios de la época por lo que distingue entre el vidrio “fabicado” y el vidrio “trabajado”. Es posible que alguno de los talleres de Amarna se dedicase a “trabajar” el vidrio suministrado por otros fabricantes locales o extranjeros. Amarna puede haber representado un punto de inflexión en la fabricación del vidrio en Egipto con talleres que fabricaban su propio vidrio con materia prima local. De éstos se conoce un número importante del Imperio Nuevo destacando Malkata y Tell el-Amarna. De la Dinastía XX destacan los de Lisht y Menshiyeh. El número de talleres y objetos ha sido suficiente como para que estudiosos de la categoría de Birgit Nolte se hayan interesado en la catalogación cronológica de los diferentes talleres de fabricación. Hay que hacer la salvedad de que el “vidrio soplado”, en efecto, no es conocido hasta el Período Romano.

Las ilustraciones que aparecen en el libro tienen una importante base en el impresionante contenido del Museo Petrie con más de 80,000 objetos catalogados entre los que se encuentra el conocido - no sé si por su valor intrínseco como espécimen de “vidrio soplado” o por el simbólico - Falo de Hawara, del Período Romano. Parte del material procede también de otros museos como el Museo del Vidrio de Pilkington, la Egypt Exploration Society, el Toledo Museum of Art, el Czechoslovak Institute of Egyptology, el British Museum, el Victoria and Albert, etc.

Los dos capítulos que siguen abarcan el Tercer Período Intermedio y el Período Tardío. Respecto al primero, hasta muy recientemente, se pensaba que la fabricación de vidrio había prácticamente agonizado no volviendo a revivir hasta la dinastía XXVI pero en 1980 el Profesor J.D. Cooney sugiere que puede que hubiese sobrevivido, ya que la puerta de la capilla de Amasis y una pieza similar de la Dinastía XXVII dedicada a Darío I, muestran el mismo colorido que el vidrio de la Dinastía XVIII. El colorido, incluido el rojo, una vez perdida la continuidad de uso, no habría podido recuperarse nunca, lo que indicaría una cierta continuación en la fabricación del vidrio. El libro termina con un capítulo dedicado al Período Greco-Romano.

Un cordial saludo,


Rafael Canales

En Benalmádena-Costa, a 8 de enero de 2008.







Bibliografía:


"Egyptian Faience and Glass". Paul T. Nicholson. Shire Publications Ltd, 1993.

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